sábado, 27 de mayo de 2017

La evolución creadora (Henri Bergson 1907)




· Nunca podemos volver a vivir la misma personalidad, pues habría que comenzar por borrar todo el recuerdo de todo lo que le siguió.
· Nadie, ni siquiera el artista habría podido prever exactamente cuál sería el resultado final del cuadro.
· Lo que hacemos depende de lo que somos, pero somos, en cierta medida lo que hacemos, y nos creamos continuamente a nosotros mismos.
· La vida no pierde fuerza a medida que avanza las especies que ha creado, intensificándose a medida que avanza.
· Nuestra inteligencia se subleva contra la imprevisión absoluta de las formas.
· Hablar de un fin es hablar de un modelo preexistente que no tiene más que realizarse. La vida no tiene un fin.
· La inteligencia ha sido formada por la evolución en el curso del trayecto. Ha sido recortada de algo más amplio.
· La fragmentación de la vida en individuos y especies se debe a dos series de causas: La resistencia que encuentra en la materia bruta y la fuerza explosiva que la vida lleva consigo (debido a un equilibrio inestable de tendencias)
· Cada uno de nosotros comprobará que nuestra personalidad de niño reunía en ella a diversas personas que podían permanecer fundidas juntas porque estaban en estado naciente. Esa indecisión llena de promesas es, de hecho uno de los mayores encantos de la infancia.
· El camino que recorremos está sembrado de los restos de todo lo que comenzamos a ser, de todo lo que podríamos haber sido.
· Las puertas de la vida permanecen abiertas de par en par. Es una creación que se prosigue sin término en virtud de un movimiento inicial.
· El ser vivo no es más que un lugar de paso y lo esencial de la vida está en el movimiento que la transmite.
· Los mayores éxitos han correspondido a los que han aceptado los mayores riesgos.
· Los insectos están a la altura de los humanos en el sentido de éxito evolutivo.
· Toda la evolución del reino animal se ha realizado hacia la inteligencia y hacia el instinto.
· El animal vive siempre bajo la amenaza de un cambio de dirección hacia la vida vegetativa.
· El instinto es una facultad de utilizar y construir elementos organizados; la inteligencia es la facultad de fabricar y de emplear instrumentos inorganizados.
· Instinto e inteligencia son dos soluciones a un mismo problema.
· Hay cosas que sólo la inteligencia es capaz de buscar, pero que, por sí misma, no hallará jamás. Esas cosas sólo las hallará el instinto; pero éste nunca las buscará.
· La inteligencia rechaza toda creación, rechaza que las causas formen parte del efecto.
· La inteligencia se caracteriza por una natural incomprensión de la vida.
· El instinto está moldeado en la propia forma de la vida.
· El instinto es simpatía. Si dicha simpatía pudiera extender su objeto y reflexionar también sobre sí misma, nos daría la clave de las operaciones vitales.
· Todo sucede como si la intervención de la inteligencia sobre la materia tuviese como objeto principal dejar pasar algo que la materia detiene.
· Cuanto más inteligente es un animal más tiende a reflexionar sobre las acciones mediante las cual utiliza las cosas.
· La inteligencia tiene como función abarcar la naturaleza por completo.
· Es el ser mismo, en sus profundidades, lo que alcanzamos mediante el desarrollo combinado y progresivo de la ciencia y la filosofía.
· Cuanta más complicación se introduce para analizar un objeto, más complicado es el orden que nos encontramos.
· La matemática representa simplemente el sentido en el que recae la materia. El conjunto podría haber sido muy diferente y también acertar.
· Una obra de arte se podría decir que manifiesta un orden perfecto.
· La vida, considerada como evolución creadora, trasciende su finalidad
· De los fenómenos astronómicos se dirá que presentan un orden admirable porque se pueden predecir matemáticamente. Y se hallará un orden no menos admirable en una sinfonía de beethoven que es genialidad y originalidad, imprevisibilidad misma.
· Es preciso que millares y millares de seres se repitan unos a otros en el espacio y en el tiempo para que crezca y madure la novedad que ellos elaboran (inconscientemente).
· Una reacción se quiere mantener porque va en la dirección de la termodinámica. Busca la mejor manera de mantenerse y encuentra que dar el salto a la vida es la mejor manera de mantenerse aunque estar vivo retarde la dirección termodinámica.
· Cuando situamos nuestro ser en nuestro querer, y nuestro querer en el impulso que él prolonga, comprendemos y sentimos que la realidad es un crecimiento perpetuo, una creación que prosigue sin fin.
· La vida jamás se ha esforzado en prolongar indefinidamente la existencia del individuo.
· La realidad se hace a través de la que se deshace.
· Cada especie se comporta como si el movimiento general de la vida se detuviera en ella en lugar de atravesarla.
· Intuición e inteligencia representan dos direcciones divergentes del trabajo consciente. Un ser humano perfecto sería aquel en el que esas dos formas alcanzasen su pleno desarrollo.
· Todo sucede como si un ser difuso (superhombre) hubiese intentado realizarse y sólo lo hubiese conseguido teniendo que renunciar en su camino a una parte de sí mismo.
· La conciencia es libre. Es la libertad misma, pero no puede atravesar la materia sin posarse en ella. Esa adaptación es lo que se llama intelectualidad.
· La inteligencia siempre verá a la libertad como una necesidad.
· Con la intuición no nos sentimos aislados de la humanidad y la humanidad no nos parece aislada de la naturaleza.
· Me pregunto por qué existo y luego por qué existe el universo. La existencia sólo se me ofrece como una conquista sobre la nada. Pero la nada no existe. Siempre hay algo, y ese algo simplemente evoluciona.
· La forma no es más que una instantánea tomada sobre una transición. El cambio es continuo y no está hecho de discontinuidades (el número pi, heisenberg)
· Los mismos principios no son admisibles en el origen y en el fin de un progreso. Ni la creación ni la aniquilación son posibles cuando se trata de los corpúsculos constituyentes de un átomo.