domingo, 30 de diciembre de 2018

América (Franz Kafka ....)




Maravilloso relato del genial escritor praguense. La breve aunque detallada y sobradamente informativa (o comunicativa) historia de un chico europeo que desembarca sólo y sin esperanza en América. Allí se tiene que enfrentar por obligación a un nuevo mundo, metáfora del mundo real, en el que abundan las trampas y los tramposos, en el que se redefinen los conceptos de amistad, de valor, de honor, de lealtad, de corrección, de honradez, tomando como punto de partida el dinero y los intereses comerciales, así como el orgullo y el ego; en una palabra, Karl Rossman da el salto de repente al mundo adulto con sus reglas estúpidas y su desorientación generalizada.
Pero a la vez se va dando cuenta de que el que se rige por las directrices correctas, aunque con más inocencia y por ello con más sufrimiento, acaba por situarse mucho más arriba de lo que los rastreros explotadores ni siquiera pudieron imaginar llegar, de que el que construye su casa basándose en unos buenos cimientos puede llegar a erigir rascacielos y de que la inteligencia es el motor de la vida y siempre te ayudará a llegar a buen puerto.
A medida que va atravesando por diversos sucesos Kart Rossman se va construyendo a sí mismo, lenta pero sólidamente, soportando las estupideces de aquellos que nunca han sabido organizar su proyecto vital y que , viéndose perdidos, buscan arrastrar a todos a su abismo con el afán de encontrar algún consuelo en la desgracia compartida.
Rossman los va superando uno a uno casi sin darse cuenta, sólo actuando de la manera correcta hasta llegar, en palabras del propio Kafka, al lugar dónde se encontraría a sí mismo, dónde encontraría de nuevo su patria, donde se reencontraría con sus padres...

martes, 16 de octubre de 2018

Prevenir el narcisismo (Julio Rodríguez, 2018)





Me voy a hacer un poco de autobombo y a publicar una entrada con las frases que más me gustan de mi propio libro ;)

  • Todo lo que el narcisista haga en su vida estará motivado por el afán de ganarse la atención y la adulación públicas con el objetivo de mantener vivo a su «yo ideal», de sostener como real su fantasía de grandiosidad.
  •  Las personas pasan a ser instrumentos que el narcisista puede usar, manipular o explotar en su beneficio, ya sea para conseguir sus objetivos o para emplearlas como adornos de su persona.
  •  El narcisista presenta una hipersensibilidad a la crítica.
  •  El narcisismo no es una condición inamovible. Es líquido, fluctuante y, del mismo modo en que ha podido ser potenciado por determinados intereses, puede ser frenado e incluso erradicado de los patrones conductuales de nuestros hijos. 
  •  El niño narcisista no es feliz, y tampoco lo serán el adolescente y el adulto en los que se convierta.
  •  Tener un hijo no es una aventura, es una responsabilidad, El niño narcisista dependerá por completo de la aprobación externa para ser «feliz», aunque nunca lo será realmente, porque lo que sentirá no será nada más que una ilusión de felicidad, y la verdadera felicidad le resultará inalcanzable.
  • El narcisismo no implica una alta autoestima, eso es una falacia; igual que tampoco garantiza el éxito ni la competitividad, lo único que garantiza 100% el narcisismo es la infelicidad.
  •  Cualquier cosa que sea valorada positivamente por el entorno y la sociedad será lo que condicione los gustos y las actuaciones del niño narcisista.
  • El concepto absoluto de perfección es un absurdo, pero eso el narcisista no lo entiende ni lo entenderá jamás.
  • El narcisismo no implica una alta autoestima, al contrario, los narcisistas tienen una autoestima frágil y una gran inseguridad, lo que les provoca sufrimiento, miedo y ansiedad. El narcisista es peligroso para sí mismo y para los demás.
  • La frustración que le produce al narcisista ser «una persona normal» derivará en depresión, y esta puede llevar al abuso de sustancias o incluso a la autodestrucción y a la aniquilación de otros.
  • El narcisista es hipersensible a la crítica, por lo que cualquier persona que lo ponga en evidencia o le quite protagonismo será objeto de su ira, cólera y agresividad.
  • Los niños narcisistas no mostrarán sentimientos de empatía hacia los demás, más bien al contrario: en cuanto se puedan aprovechar de quienes los rodean para conseguir algo que quieren, lo harán sin sentir ningún remordimiento, pena o culpa.
  • La diferencia entre un: «¡Buen trabajo!» y un «¡Eres el mejor!», puede parecer sutil, pero el primero denota capacidad, el núcleo central de una autoestima segura, y el segundo denota superioridad, el núcleo central del narcisismo.
  • Estamos inmersos en una sociedad que potencia, enaltece y exige los comportamientos narcisistas. Las redes sociales están consiguiendo hacer del narcisismo una epidemia real.
  • Promueven el narcisismo al estar centradas en la glorificación del yo, tanto en la imagen (selfies), como en las opiniones, los pensamientos y la influencia en el otro.
  • Las redes sociales han sustituido el deseo de explorar, de vivir, de conocer, de socializar, por un deseo de competir, de exhibir y de «yo más».
  • El narcisismo es fomentado por el mercado, la publicidad y los medios de comunicación, porque el narcisista es un consumista compulsivo e irreflexivo.
  • La publicidad ha conseguido colocar el mensaje de que, para ser especiales, exitosos, diferentes y felices, debemos consumir determinado producto.
  • Llevados por este consumismo desaforado y la superficialidad y cosificación de todo, los rasgos narcisistas, además de destruirnos interiormente y hacernos infelices, también acabarán por destruir el arte, la cultura, la sociedad y el medio ambiente.
  • No sobrevaloréis las capacidades de vuestros hijos ni los veáis como si fuesen superiores a los demás, o el delirio de grandeza germinará en ellos.
  • Enseñadles a mostrar empatía, compasión y respeto por los demás y a cooperar con ellos.
  • No les permitáis hacer trampas, ni siquiera jugando a la oca: hacer trampas es aprovecharse de los demás, y eso no está bien y es injusto.
  • No siempre hay que ganar, y, desde luego, no a toda costa. A veces perder es mejor porque permite aprender.
  • Animadlos e incentivadlos para que identifiquen, nombren y compartan sus sentimientos y emociones.
  • Vuestros hijos tienen que aprender a aceptarse completamente, con sus aptitudes y sus limitaciones; si no, tendrán una imagen distorsionada de sí mismos.
  • La amistad y la sociabilidad nos hacen sentir que no estamos solos, que formamos parte de un grupo, que podemos aprender de otros y ser defendidos por otros.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Cueste lo que cueste, quiero ser millonario. El fundador The Founder (John Lee Hancock, 2016. EEUU)



El fundador
The Founder (John Lee Hancock, 2016. EEUU)
Cueste lo que cueste, quiero ser millonario
(la crítica contiene spoilers)
El plano final de la película, cuando vemos a Ray Kroc (superlativo Michael Keaton) ante el espejo, su mirada de extrañeza, o incluso de temor, ante lo que ve, y ese desenfoque de su persona mientras se aleja a dar su discurso triunfal, definen perfectamente lo que nos ha querido contar la película: la destrucción del Ray Kroc ser humano como consecuencia del –o como necesidad para- nacimiento del Ray Kroc mito.
El fundador –nombre con el que Ray Kroc se denomina a sí mismo y a su posición en la corporación McDonalds- nos cuenta la verdadera historia de la creación y posterior desarrollo de la mítica marca estadounidense de restaurantes de comida rápida. Y digo la verdadera, porque los entresijos de cómo la empresa con nombre McDonals acabó en manos de un tipo llamado Ray Kroc, no era muy conocida. Por supuesto, porque su “fundador” se ocupó muy mucho de que así fuera.
¿Por qué? Se preguntarán ustedes, pues porque Ray Kroc no fue el fundador, ni tuvo la idea inicial, es más, ni siquiera la copió. La robocompró, si me permitís el término.
Ray Kroc quedó impresionado por la velocidad del sistema de cocina y servicio de la hamburguesería que los hermanos Richard y Maurice McDonald (Nick Offerman y John Carroll Lynch) tenían en San Bernardino (California), y que, inocentemente, le mostraron con todo lujo de detalles. Y no solo con eso, también con el diseño de los restaurantes –con los míticos arcos dorados-, y con el nombre. De hecho, esa fue la razón por la que Kroc no les copió la idea: quería el nombre y los arcos dorados. No valía con copiar, había que quitar. Y así les propuso a los hermanos formar parte de su negocio, y extender franquicias por todo el país. Estos no querían hacerlo, pues solo deseaban seguir con su pequeño restaurante, que les iba muy bien, pero Kroc acabó convenciéndolos, y hábilmente se fue posicionando hasta que logró arrebatarles la propiedad a los hermanos. En un engaño final, Kroc les compró la compañía por 2,7 millones de dólares más el 1% de los beneficios. Kroc pagó los 2,7 millones, pero nunca firmó lo del 1%. Los hermanos tuvieron que renegar del nombre de su restaurante –otra cláusula que hábilmente escondió Kroc en el contrato-, lo que finalmente los hizo quebrar, y nunca vieron ni un céntimo de los enormes beneficios que daría la compañía de Kroc. Fin de la historia.
En la mente de Kroc hay solo una cosa: dinero. Y para conseguirlo pasaría por encima de quien hiciera falta. Y así lo hizo. Toda la primera mitad de la película vemos a Kroc como un trabajador incansable, perseverante en su idea de conseguir el éxito en el mundo de los negocios, con olfato, con vista… un gran emprendedor, un gran jefe y un gran profesional. Ídolo americano. Pero, sin embargo, la segunda mitad de la película es utilizada para mostrarnos al verdadero Kroc. Principalmente hay dos frases que lo definen como un libro abierto; la primera, cuando le dice a Maurice McDonald: “si mi competidor se estuviese ahogando, me acercaría y le metería una manguera en la boca”. Y la segunda, cuando le pide el divorcio a su mujer, que estuvo aguantando todos sus desvaríos sobre posibles negocios, que lo apoyó incluso en las más delirantes ideas, que soportó todos sus desmanes y rabietas sociales: cenando zanahorias, sin hablar durante toda la comida, esa es la única frase que pronuncia…
A Kroc todo le da igual: las personas, los amigos, la enfermedad, el amor… solo le importa el dinero, el poder, el ser el dueño de un imperio, y comportarse como tal. Como persona no es ningún modelo, pero, sin embargo, es uno de los representantes del sueño americano...
Kroc murió con una fortuna de 500 millones. Los hermanos McDonald con 1,5. Kroc sería recordado y admirado por los estadounidenses: empresario de éxito, trabajador, perseverante… el sueño americano realizado. Los hermanos McDonald fueron borrados de la historia y tachados de cobardes, conservadores, y miopes, por no ver las posibilidades de su negocio.
Yo sin embargo veo lo que se ve en la última escena de la película: los hermanos McDonald eran seres humanos, con empatía, con sentimiento, y con sueños. Los cumplieron, pero no estaban preparados para la economía deshumanizada que gobernaba y gobierna hoy en día el mundo entero: sin sentimiento, sin remordimientos, solo con el afán de ganar más y más dinero aplastando todo lo que haga falta en su camino, personas, ideas, leyes, vidas, o la naturaleza entera. Esa economía que lo destruye todo a su paso en nombre del crecimiento y del libre comercio, eso es lo que representa ese manchón desenfocado en el que se convierte Kroc mientras se va alejando… los humanos pierden, el monstruo gana.

sábado, 25 de agosto de 2018

Sobre la tiranía (Timothy Snyder, 2017)



- La desigualdad conlleva inestabilidad. Aristóteles
- Los demagogos se aprovechan de la libertad de expresión para convertirse en tiranos.
- Tanto el fascismo como el comunismo fueron reacciones a la globalización, a las desigualdades reales o imaginarias que creaban, y a la aparente impotencia de las democracias para afrontarlas.
- Cuando los partidos tienen demasiado control, temen a la democracia, por lo que intentarán debilitarla.
- Muchos de los que mataban (en el nazismo) lo hacían por miedo a llamar la atención.
- Cualquier buena novela aviva nuestra capacidad de pensar sobre las situaciones ambiguas y juzgar las intenciones de los demás.
- Harry potter y las reliquias de la muerte, sobre la tiranía y la resistencia.
- Te sometes a la tiranía cuando renuncias a la diferencia entre lo que quieres oír y lo que oyes realmente.
- Una vez que la verdad se vuelve oracular en vez de fáctica, las pruebas resultan irrelevantes.
- La posverdad es el prefascismo.
- Un individuo que investiga es un ciudadano que construye.
- El líder al que no le gustan los investigadores es un tirano en potencia.
- El fundamento del "sistema" es la vida en la mentira. Havel
- Cuando intentan acostumbrarnos a sacrificar la libertad en nombre de la seguridad, tenemos que ponernos en guardia.
- Cuando los tiranos hablan de extremistas solo quieren decir personas que no forman parte de la corriente mayoritaria defendida por ellos mismos.
- No existe ninguna doctrina llamada extremismo.
- Cuando se produce un ataque terrorista (o cualquier otra catástrofe), los tiranos aprovechan esos sucesos para consolidad su poder.
- Es posible organizar protestas a través de las redes sociales, pero nada es real hasta que no acaba en las calles.
- Si los tiranos no sienten las consecuencias de sus actos en el mundo tridimensional, nada cambiará.

American Beauty: La sociedad destroza al ser humano


(Toda la crítica es un spoiler)

American Beauty (American Beauty. Sam Mendes, 1999. EEUU) es, ante todo, un profundo y desgarrador drama; y esto tan sólo por presentarnos de una manera clara y sin filtros embaucadores, nuestra actual realidad social. Por mostrarnos como nos va la vida, y como nos irá en un futuro inminente. (El futuro que ya es ahora, y que se confirma que no va bien.)
La película de un primerizo, aunque ahora consagrado, Sam Mendes, nos muestra tristemente que ser feliz en esta tan bonita y moderna sociedad actual -entendiendo felicidad el bienestar psicológico y la estabilidad emocional, la auténtica y pura realización de la esencia del ser humano, la entera libertad, la entera satisfacción de tus sueños, y la entera separación de las corruptas necesidades creadas por el capitalismo- es imposible. Y es imposible porque no podemos estar VIVOS y estar al margen de todo esto.
Podemos darnos cuenta, podemos saberlo y aborrecerlo, pero tarde o temprano, seremos absorbidos por el sistema, caeremos otra vez en la trampa de esta sociedad del consumismo y del "parecer y tener antes que el ser", y volveremos a ser los modernos y eternos esclavos que somos.
Según la obra de Mendes, la única solución que poseemos es que, una vez conseguida la felicidad, una vez desconectado el sistema, una vez que te has parado a pensar y a contemplar lo bonito del paisaje, lo bonito de estar vivo y lo bonito de vivir; y lo hayas entendido e integrado todo perfectamente, simplemente te vayas, metafórica o físicamente, siendo la muerte la más radical de las partidas, que es la que se nos muestra en la película como la salida que encuentra su protagonista. La muerte como redención, la muerte como única solución, la muerte como culminación de la felicidad. (¡!)
Lo curioso es que, por paradójico y estúpido que esto pueda parecer, es la pura y pulcra verdad. La potencia succionadora de esta sociedad alienante es infinitamente fuerte e inevitable. Capaz de destrozar el más sólido de los cerebros de pensamiento independiente.
Cuando aún no has entrado en el juego, como el joven protagonista de la historia, que a la postre es el único personaje realmente vivo de la película, puedes resistirte a caer. De esta manera lograrás divisar el hermoso mundo que hay detrás de la inmensa cortina de humo, lograr creer en el amor como motor de la humanidad, y fascinarte ante cada minuto de esta vida. (No por casualidad lo muestra Mendes visionando la realidad a través de una cámara pantalla-, como un outsider, fuera del mundo, siendo espectador, no partícipe.)
Pero lo verdaderamente deprimente es que sentimos la certeza de que, incluso este poderoso personaje, acabará cayendo tarde o temprano en las redes del inflamado y engañosamente coloreado barco de la sociedad del consumo.
Incluso este visionario de nuestro tiempo, este súperhombre de Nietzsche en el que cada persona que ha visto el film ha depositado todas sus esperanzas, acabará corrompido por el juego, acabará derrotado y enfermo, acabará siendo un pobre engranaje más de la gran máquina. Cuando las fuerzas le flaqueen, cuando le agoten la gasolina de la vida, cuando lo empujen y arrinconen hacia los malos tiempos, ahí estará el incansable cazador, ofreciéndole los suculentos y plastificados manjares del capitalismo para que se le atrofien y droguen y seden y sangren los sentidos. Para que no pueda ver más, para que se le seque la capacidad de amar, la costumbre de soñar.
Sólo en un mundo egoísta, desalmado y animalizado como el nuestro -¿un mundo feliz? - se puede producir esta horrible paradoja de que la única manera de estar vivo, es morir.


lunes, 20 de agosto de 2018

La llegada (Denis Villeneuve, 2016)


Presente=Pasado=Futuro

(Toda la crítica es spoiler)
Antes de que aprendiera a pensar en heptápodo B, mis recuerdos crecían como una columna de ceniza de cigarrillo dejada por la franja infinitesimal de combustión que era mi consciencia, que marcaba el presente secuencial. Después de aprender heptápodo B, nuevos recuerdos aparecieron como bloques gigantes, cada uno abarcando años enteros, y aunque no llegaron en orden ni aterrizaron uno junto al otro, pronto compusieron un periodo de cinco décadas. Es el periodo durante el que conozco lo suficiente el heptápodo B para pensar en él, comenzando con mis entrevistas con los heptápodos y terminando con mi muerte. La historia de tu vida (Ted Chiang, 1998)
En el magistral relato de Ted Chiang en el que está basado "La llegada" (Denis Villeneuve, 2016), el escritor lleva a cabo un juego con los tiempos verbales para, de un párrafo a otro, cambiar de presente, a futuro, y a pasado, con gran sencillez y efectismo, dejándonos claro desde el principio que hay una ruptura en el planteamiento temporal del relato.
En La llegada se respeta gran parte de lo escrito por Chiang, pero es en la forma de poner en imágenes esa ruptura del tiempo, en la que se muestra la genialidad de Villeneuve. El director es capaz de transmitirnos esa idea de una manera muy suave y fluida, sin emborronar nuestro entendimiento de la película, y sin que lleguemos al final con la sensación, como se produce en otras cintas, de no haber entendido nada.
Es esa perfecta coordinación de los planos del presente, pasado y futuro, la que nos hace meternos de lleno en la nueva comprensión del tiempo que tiene Louise (Amy Adams) -la lingüista protagonista de la historia- y ser partícipes de ella. A pesar de la complejidad del concepto, lo entendemos todo, al igual que Louise, y eso nos deja, al llegar al final del metraje, una magnífica sensación de novedad y perfección.
Villeneuve nos transforma en Louise, y así cuando ella comienza a “entender”, nosotros también lo hacemos, y por eso finalmente casi nos da ganas –como hace Louise- de agradecérselo a los heptápodos -los extraterrestres que han llegado a la Tierra y con quienes intentan comunicarse los humanos para averiguar el motivo de su presencia-, como si fueran ellos y no el director los que nos hubiesen permitido “ver” el tiempo/la película de esa manera.
En "La llegada", el principio es el final, y el final es el principio, al igual que los signos lingüísticos de los heptápodos, círculos imperfectos y diferentes entre sí que no se rigen por el sentido de lectura secuencial del lenguaje terrestre.
Al aprender este lenguaje, Louise es capaz de percibir la realidad de una manera simultánea, rompiendo la relación causa-efecto del tiempo. Louise puede percibir toda la realidad temporal a la vez: no se anula el concepto de tiempo, pero se percibe de una manera distinta. Esto pone de manifiesto que nuestra realidad no es un término absoluto, si no relativo, y que la manera en el que la entendemos depende de los instrumentos –en este caso el lenguaje- con el que nos aproximemos a ella. En ese sentido, la propia película de Villeneuve es un acercamiento de nosotros mismos a esa nueva realidad-tiempo que descubre Louise, es como si el director nos regalase a nosotros lo que los heptápodos le regalan a Louise.
"La llegada" se nos aparece disfrazada de un relato de ciencia ficción –que lo es- con acción y suspense. Pero por detrás nos cuela un mensaje muy humanista y de “lección-de-vida”. El comienzo de "La llegada" -al igual que en el relato de Ted Chiang- parecer pasado en un primer momento, pero es futuro. Louise nos está contando (presente) lo que le pasará (futuro), como si ya le hubiese pasado (pasado). Gracias a haber aprendido el lenguaje extraterrestre, ahora todo su tiempo es simultáneo. Louise ya sabe que, si le dice “sí” a su pareja, Ian (Jeremy Renner), tendrá una hija que morirá, pero, aun así, decide vivir esa vida.
Esta segunda línea argumental, la del drama psicológico, queda prácticamente solapada por la primera, la de la evitación de un conflicto internacional –que no ocurre en el relato original-, pero es de una gran importancia a nivel temático.
En el escrito de Chiang, Louise se pregunta: “Desde el comienzo sabía cuál era mi destino, y elegí mi camino de acuerdo con él. Pero, ¿estoy viajando hacia un extremo de alegría, o de dolor?”. Con la elección de vivir una vida en la que ya sabe que va a suceder un suceso trágico, Louise nos manda el mensaje de que en la vida va a haber dolor, siempre, es inevitable; pero el viaje es tan formidable, que vale la pena vivirlo. Louise, a la vez que ha aprendido el lenguaje de los heptápodos –o quién sabe si derivado de él-, también ha asimilado que la experiencia vital es lo valioso, y que esto sobrepasa con creces todo lo que pueda suceder, sea bueno o malo.
El dolor no se puede anular, y no por haber dolor tenemos que dejar de vivir el resto de las cosas. Ese mensaje queda en un –aparente- segundo plano, pero sin duda es lo que eleva la película a un nivel de calidad cinematográfica y narrativa superior.
Por otra parte, otro gran valor de "La llegada" reside en que, a diferencia de la mayoría de la producción cinematográfica actual, el espectador se hace muy partícipe de lo que ocurre en la película.
Esto es así hasta el punto de que llevamos a cabo un cuestionamiento sobre nuestra mirada, sobre cómo construye el mundo a través de ella, sobre el poder de manipulación del lenguaje, de la información, y de la comunicación.
Villeneuve entiende que su película, sus imágenes, al igual que el lenguaje de los heptápodos, están también enseñando al espectador una manera de “entender” el mundo, porque, en el fondo, la imagen también es información, también es lenguaje.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Soy leyenda (Richard matheson, 1960)


Escrita en 1954 por Richard Matheson, El libro se desarrolla en una versión postapocalíptica de la ciudad de Los Ángeles, comprendida entre el año de 1976 y 1979. El protagonista, Robert Neville, ha sobrevivido a una pandemia provocada por una guerra biológica que ha arrasado con todas las personas que había en la Tierra; sin embargo, estos no están muertos, sino que se han convertido en portadores de una bacteria que produce los clásicos síntomas del vampiro mítico, dividiéndose en dos clases: los infectados -quienes en vida contrajeron la bacteria- y los vampiros, los muertos que resucitaron gracias a la bacteria. Matheson nos ofrece una aproximación científica y real al mito del vampiro, con un desarrollo y desenlace originales, sorprendentes e innovadores, que nos hace reflexionar sobre la condición humana, su lugar en la naturaleza y su devenir futuro.
  •   La mujer sacudió débilmente una mano ante su cara. —Un mosquito —dijo con una mueca. 
  •       Las bacterias podían explicar a los vampiros.
  •       Las moscas y mosquitos también eran responsables. Extendiendo la enfermedad y haciéndola correr por el mundo.
  •       Sí, las bacterias podían ser la explicación de muchas cosas: el encierro durante el día y el estado de coma provocado por los gérmenes para protegerse de la luz del sol.
  •       Y se le había ocurrido una nueva idea: las bacterias podían ser la fuerza misma del vampiro.
  •       Sintió que un escalofrío le recorría la espalda. ¿Era posible que el mismo germen que mataba a los vivos animara a los muertos?
  •       Hay hechos indiscutibles. Hay un germen, contagioso, al que la luz solar lo mata; el ajo es un arma contundente. Algunos vampiros duermen en la tierra; las estacas clavadas en el corazón los destruyen. No se transforman en lobos o murciélagos, pero el contagio puede salpicar a ciertos animales, que se convierten también en vampiros.
  •       El temor a ser repelidos por un símbolo adorado resucitaba, extendiéndose así el miedo a dicho símbolo (la cruz). Los vampiros arrastrados por antiguos temores se repugnaban a sí mismas, corriendo un tupido velo en la mente (espejos). Se convertían, pues, en esclavos solitarios de la noche, almas perdidas y agobiadas, que buscaban descanso en la tierra nativa para sentirse unidos a algo, a cualquier cosa (dormir en la tierra).
  •       ¿El agua? Sólo era la aceptación de una leyenda.
  •       —Es un germen. Una bacteria cilindrica. Introduce en la sangre una solución isotónica. La circulación de la sangre se ralentiza. El bacilo vive en la sangre. Sin ella los bacteriófagos lo matan, o pasa al estado de espora.
  •       Citó el ajo como elemento alérgico y otros síntomas de la enfermedad.
  •       —Robert Neville —dijo—, el último representante de la vieja raza.
  •       No podemos permitir que los muertos persigan a los vivos. Deben ser destruidos. Así como quien mata a los muertos y a los vivos.
  •       Te tienen miedo, Robert, te odian. Y quieren que pagues con tu vida.
  •       Neville los observó serenamente. Y de pronto comprendió: Yo soy el anormal. La normalidad es un concepto mayoritario. Norma de muchos, no de uno solo.
  •       Neville los observó serenamente. Y de pronto comprendió: Le tenían miedo. Ellos le veían como un monstruo terrible y desconocido, de una malignidad más odiosa que la de la plaga. Un espectro invisible que como prueba de su existencia sembraba el suelo con los cadáveres desangrados, de sus seres queridos. Y entonces dejó de odiarlos.
  •       Neville observó a los nuevos habitantes de la tierra. No era uno de ellos. Semejante a los vampiros, era un anatema y un terror oscuro que debían eliminar y destruir.
  •       (Era)Un nuevo terror nacido de la muerte, una nueva superstición que invade la fortaleza del tiempo. Soy leyenda.

viernes, 8 de junio de 2018

El alma está en el cerebro. (Eduardo Punset; 2006)



Como bien dice el título, en este libro el prolífico entrevistador de científicos y divulgador de Ciencia, Eduardo Punset, nos enseña de una manera amena, didáctica y sencilla como entender desde un punto de vista científico todo eso que llamamos espíritu. Somos seres biológicos, y como tales, regidos por emociones que tienen su origen en el cerebro. Y eso es todo, no hay más, y es bello comprenderlo. Mi selección de frases:

· Que nos expulsen del grupo es lo peor que nos puede suceder.
· Hemos crecido en un entorno determinado y todo lo que sea diferente nos causará (en primera instancia) desconfianza o rechazo.
· Cuando se habla de corazón me temo que se habla de sistema límbico.
· Para nuestro cerebro es mejor que nos cuenten una historia consistente que una historia verdadera.
· Nuestro cerebro necesita (y se encarga de) que nuestra concepción del mundo nos parezca fiable, para que nos sintamos seguros, sino el estrés acabaría con nosotros.
· Eres inteligente si haces predicciones de forma correcta.
· Nos interesamos por nosotros mismos y por nuestro mundo circundante y jugamos con situaciones en las que experimentamos un progreso en nuestras predicciones.
· Los conflictos ocurren porque tenemos creencias distintas en la parte superior (neocórtex), mientras que todos compartimos las creencias básicas.
· El lado oscuro de nuestra mente jamás desaparecerá por completo, es inherente a ella.
· No queremos saber la verdad de nada, queremos saber aquello que nos satisface.
· Nuestro cerebro se resiste a cambiar la imagen que tiene del mundo, por eso es tan difícil convencer a la gente de que está equivocada.
· Si aislamos a alguien, sus creencias son las de siempre, pero al no haber nadie que las reafirme, se acaba convenciendo de que está equivocado.
· Aislamiento, control, incertidumbre, repetición del mensaje y manipulación emocional son técnicas utilizadas para lavar el cerebro.
· Si estás lejos de la persona que sufre tus actos te resultará mucho más fácil cometer cosas horribles.
· Las personas con lesiones en el lóbulo frontal son aparentemente normales, pero toman decisiones equivocadas.
· La mejor manera de contrarrestar una emoción negativa es tener una positiva más fuerte.
· Si se elimina la oxitocina la pareja sigue copulando, pero ya no permanece unida.
· Al psicópata le resulta muy fácil fingir que tiene emociones y que comprende a los demás.
· Una persona que tenga un grado muy elevado de agresividad, de necesidad de estímulo y de necesidad de dominio para sustituir su ausencia de emociones tiene más posibilidades de convertirse en un asesino o en un asesino en serie.
· EL estrés produce cortisona, y la cortisona lesiona las neuronas, sobre todo las del hipocampo y las gliales de la corteza prefrontal.
· Lo adultos con una historia traumática suelen tener un sistema límbico sobreexcitado, lo que provoca conductas antisociales y violentas.
· Teóricamente somos el ser racional por excelencia y, sin embargo, somos la especie más emocional.
· La obra de arte funciona como reestructuradora de la personalidad del artista.
· Los artistas, cuando crean, presentan una actividad cerebral débil pero global.
· El ser humano, una vez que ha tomado una decisión, tiende a buscar factores que la apoyen esa decisión, e ignora todo lo demás.
· La creatividad no está vinculada a la depresión, pero sí quizá a las personalidades inseguras. La depresión, como cualquier enfermedad crónica, genera inseguridad, estrés, por el estado de debilidad en el que se encuentra el individuo.
· El abandono y la humillación es lo que más estrés nos provoca.
· Con cada estímulo que desencadena una emoción se generan nuevas conexiones entre grupos de células en nuestro cerebro.
· Un conocimiento de quiénes somos realmente, de nuestras debilidades nos ayuda a ser más felices.
· La sociedad quiere que consumamos, no que seamos felices.
· La mejor manera de ser constantemente infeliz es pretender ser feliz eternamente.
· A la sociedad le interesa que usted consuma y que piense que el consumir le hace feliz.
· Encontramos la felicidad en el camino que recorremos mientras la buscamos.
· La felicidad es la ausencia de miedo, es una emoción, y como tal, es transitoria.

miércoles, 4 de abril de 2018

Más allá del bien y del mal (Friedrich Nietzsche, 1889)




Nietzsche es un gurú, un guía; porque lleva la verdad en su interior fusionada completamente con su ser, con su “yo”, de tal manera que son uno mismo. Sólo así se puede explicar su preclaridad de ideas y opiniones. Un cerebro sin filtros, ni para la entrada ni para la salida de información. Unas frases de este (otro) genial libro:
*  La vida misma es la voluntad de dominar.
*  La física no es más que una interpretación del mundo a la medida de nuestros deseos.
*  Lo que se llama libre albedrío no es más que el sentimiento de superioridad respecto de quien debe obedecer.
*  En la vida real no existen más que voluntades fuertes y voluntades débiles.
*  Ante los atrevidos y exploradores y aventureros se han abierto las puertas de un nuevo mundo de conocimientos más profundos.
*  Todo hombre superior tiende instintivamente a buscar un nido donde estar al abrigo del vulgo, donde poder olvidar la regla hombre para sentirse a si mismo como una excepción.
*  Lo que sirve de alimento y fortaleza para los hombres superiores, debe ser casi un veneno para los hombres inferiores.
*  Toda mente profunda necesita de una máscara.
*  No toméis afección jamás a una persona, toda persona es una prisión, un vínculo. No cobréis afección tampoco a la patria.
*  La fe cristiana es el sacrificio de toda libertad, de todo orgullo.
*  Entre los hombres como en cualquier otra especie animal hay un exceso de enfermos, de degenerados, de débiles, de dolientes; los sanos constituyen una excepción.
*  Las religiones tienden a conservar estos casos abortivos y a desterrar a los fuertes, hacer sospechosa la felicidad. Su objetivo es convertir al hombre en un aborto sublime.
*  Los hombres superiores no se hacen por la fuerza de sus sentimientos, sino por la duración de los mismos.
*  Las aventuras terribles acontecen a los que tienen algo de terrible.
*  No se odia a quien se desprecia; se odia a quien se estima igual o superior.
*  En toda espiritualidad independiente, en toda voluntad autónoma, en toda inteligencia elevada, se presiente un peligro, por ello ofende y engendra desconfianza.
*  El hombre necesario del porvenir ha debido hallarse siempre en contradicción con su época.
*  Las virtudes del filósofo son la administración de una justicia grande; el arte de mandar; la amplitud de voluntad; el ojo reposado, que rara vez se admira, que rara vez se humilla, que rara vez ama...
*  Puede considerarse como un monstruoso atavismo que aún hoy el hombre vulgar está esperando las opiniones de los demás acerca de sí mismo para someterse a ellas.
*  Hay un instinto de rango que ya de por sí es elevado.
*  La vulgaridad de muchas naturalezas se manifiesta como agua corrompida cuando una gran reliquia pasa cerca.

domingo, 1 de abril de 2018

El caminante (Hermann Hesse, 1920)


El caminante (Wanderung, 1920) avanza acunado por los recuerdos, las ensoñaciones, las fantasías y las bellezas naturales que va descubriendo en el paisaje, cada vez más ameno y más cálido. Para el norte, para el hogar, apenas queda la nostalgia, pues el convencimiento de que la patria la llevamos con nosotros se fortalece a cada paso. No importa que también sobrevengan momentos de tedio y desánimo, días en que “todas las cuerdas están desafinadas, todos los colores desteñidos”: es el precio que el caminante debe pagar por su vida gozosa y poco convencional. (https://saltusaltus.wordpress.com/2012/11/04/el-caminante-de-hermann-hesse/) Mi selección de frases:

- Soy un amante de la indidelidad, del cambio, de la fantasía. No me seduce encadenar mi amor a una franja de tierra.
- No amo a una mujer, sino al amor.
- Entre zumbidos y trenzas de oro radiante vuelvo, sollozando, a la materna presencia.
- Algo tengo muy arraigado en mí, que en mí sienta palpitar la vida, ya sea en la lengua o en la planta de los pies, ya sea en el bienestar o en el tormento; que mi alma tenga libertad de movimientos y pueda introducirse con cien juegos de la fantasía en otras tantas formas.
- La patria está en tu interior o en ninguna parte.
- El dios en quien debemos creer está en nuestro interior.
- También por mí vendrás en su momento, no me olvidarás,/ y al final habrá el tormento/ y la cadena romperás. / Extraña y remota pareces todavía, / querida hermana Muerte, / permaneces como una estrella fría/ sobre mi triste suerte/ Pero un día te acercarás a mí, / toda fuego, ese día. / Ven tómame, estoy aquí/ soy tuyo, amada mía!
- Lo único que sé es: de vez en cuando, sin causas exteriores, en mi alma se levanta la ola oscura. La alegría suena falsa, la música desafinada, la melancolía impera, morir es mejor que vivir.
- Sé que el mundo es hermoso, que a veces es infinitamente más hermoso para mí que para nadie.
- Muchas veces se me antoja que los platillos de la balanza se han desequilibrado, que mis horas dulces son demasiado escasas y poco buenas para compensarme de las malas.
- Nostalgia del hogar aquí, nostalgia de peregrinar allí.
- Ninguna meta alcanzada era una meta, cada descanso enjendró nuevas nostalgias.
- Allí donde terminan los contrastes empieza el nirvana.

martes, 27 de marzo de 2018

American Psycho (Bret Easton Ellis 1991)



- En esencia, lo que digo es que la sociedad no puede permitirse el lujo de prescindir de mí
- Me quito la camisa Armani y pongo su mano en mi torso, deseando que note que está duro como una piedra y que tengo el estómago plano.
- Ella es mucho mayor que yo, puede que tenga treinta o treinta y cinco años.
- He escrito un poema, es como un Haiku, ¿sabes?: “el pobre negro de la pared. Mírale. Mira al pobre negro. Mira al pobre negro de la pared. Dale por el culo. Dale por el culo al negro de la pared. El negro es débil."
- Estoy empezando a pensar que la pornografía es mucho menos complicada que el sexo de verdad, y debido a esa falta de complicación, mucho más placentera.
- Mi desolación interior va desapareciendo gradualmente... y de que ella me besa en la boca paso a a una especie de otra realidad... y la aparto.
- No odio a las focas, lo que me molesta es que la gente se divierta con ellas.
- Solo quiero que me quieran
- Patrick trata de meter la marcha atrás, se baja del taxi, se apoya en él, (cambio a tercera persona)
- Yo estoy enamorado de otra persona...
- No espero que haya un mundo mejor para nadie. De hecho, quiero que mi dolor le sea infligido a otros. No quiero que nadie escape.
- Pero incluso después de haber admitido esto, y de encarar estas verdades, no hay catarsis.
- Por primera vez veo a Jean desinhibida, parece más fuerte, menos controlable, con deseos de llevarme a una tierra nueva y poco familiar –la aterradora inseguridad de un mundo completamente distinto-.
- Noto que quiere arreglar mi vida de un modo significativo. Es como si ella estuviera decidiendo quién soy yo.
- "Esto no es una salida"

jueves, 15 de marzo de 2018

Cuando todo deja de ir bien





Nada es gratuito en esta vida. Eso parece decirnos Lanthimos en su última película de difícil lectura y posibles varias interpretaciones, The Killing of a Sacred Deer (Yorgos Lanthimos, 2017).
Lanthimos hace gala otra vez de una total –y maravillosa- libertad creativa para tejer una historia con toques fantásticos en las que nos habla, entre otras cosas, de la injusticia, la pérdida de valores y la lucha de clases en nuestra sociedad actual.
Valiéndose de un mito griego, el del castigo infringido por Atenea a Agamenón porque este mata por pura soberbia a un ciervo en uno de los bosques sagrados de la diosa, el genial director griego nos presenta a Steven Murphy (Colin Farrell), un prestigioso cirujano cardiovascular que comete una negligencia por la que un hombre muere en la mesa de operaciones.
Para mitigar su sentimiento de culpa, Steven se ve a menudo veces con el hijo del fallecido, Martin (Barry Keoghan), al que invita a comer y hace regalos caros. Poco a poco, Martin se irá metiendo más y más en la vida privada de Steven, hasta que llega un momento que, al igual que en el mito de Agamenón y Atenea, le comunica a Steven que va a sufrir un castigo ¿divino? por haber “matado” a su padre, y que solo se librará de él realizando un sacrificio.
Steven y su esposa Anna (Nicole Kidman) son médicos, padres de dos hijos que viven una vida acomodada. Pertenecen a una clase social alta, y disfrutan de los privilegios que eso conlleva. Martin y su madre viven “en un barrio no tan bonito como este, en una casa no tan bonita como esta”, como dice el propio Martin, e incluso pueden estar pasando dificultades económicas tras el fallecimiento de su padre.
Steven nunca ha contado nada acerca del fallecimiento del padre de Martin en la operación que él estaba realizándole, y cuando ya no le queda más remedio que hacerlo, le quita importancia y por supuesto, no reconoce su culpa, de hecho, traslada esta, de haberla, al anestesista. Cuando su mujer Anna va a hablar con el anestesista, este hace lo mismo que Steven: se quita de en medio y culpa al cirujano.
Nadie toma responsabilidades, su posición elevada profesional y social se lo permite, y muchos Martins se quedan sin padres, hermanos, madres, amigos, etc. de manera “gratuita”. La sociedad actual es injusta, nadie lo duda, y los que viven en la esfera privilegiada no son conscientes, para nada, de lo que es vivir en el escalón de abajo.
La crítica de Lanthinos no es hacia el colectivo médico –solo se apoya en él para contar su historia-, la crítica es hacia el clasismo presente en nuestros días, que provoca que la libertad y la justicia no permean en todos los estratos sociales de la misma manera.
Martin es el demiurgo encargado de mostrarle a “los de arriba” lo que es el sufrimiento de “los de abajo”. Y lo hace de la manera más cruel y brutal que he visto en el cine en mucho tiempo. Sin mucho ruido, pero de manera implacable, el horror se va introduciendo en la perfecta vida de la pareja protagonista.
A transmitirnos esa sensación desasosegante y perturbadora contribuye la perfecta realización de Lanthimos, con sus imágenes distantes, frías e inquietantes; sus diálogo, siempre mecánicos, y una música penetrante que acentúa las escenas cruciales del film.
Finalmente, cuando la situación se vuelve insostenible, y la apacible y refinada vida de la familia de médicos se torna horrible y desesperada, vemos aflorar en ellos todos los comportamientos que normalmente atribuirían a las clases más desfavorecidas y peor educadas.
Es fantástico como nos muestra el realizado como todo su mundo se desmorona en un minuto cuando “el Poder” cambia de bando. Salen a la luz los intereses, los egoísmos, las adulaciones, los favoritismos… como en “El tiempo del lobo” de Haneke (Le temps du loup. Michael Haneke, 2003), cuando el manto social que nos recubre desaparece y solo importa la lucha por la supervivencia, todo somos iguales, todos somos enemigos.