viernes, 6 de abril de 2012

Caín (José Saramago, 2009)




Leer a Saramago es un placer inenarrable. Siento una profunda pena que una mente con una preclaridad tan singular nos haya dejado, la humanidad a retrocedido en el tiempo y en el espacio con su pérdida. Con un estilo original, como siempre, y una perspicacia de genio irrepetible, esta obra nos transporta a una fábula que es en realidad una visión crítica de ciertos pasajes de la biblia. Saramago siempre denunció el absurdo de la mayoría de católicos, quienes son manipulados a tal punto que llegan a creer en la Nada, ya que poseen una Biblia que no leen ni discuten, sin aplicar la razón a lo que en ella está escrito. Además de esto –que no es poco- Saramago aprovecha para poner de manifiesto su descontento con el papel de la mujer en la religión católica, creando una relación ficticia entre Lilith y Caín, y utilizando el personaje de ésta para ridiculizar el pensamiento puritano, retrógrado y estúpido de que únicamente los hombres están sujetos al deseo sexual y que la mujer por manifestarlo ya se convierte en una prostituta.
Mi selección de frases: (los nombres están en minúscula y hay falta de puntuaciones en los diálogos porque así están en el original.)

* Igual que tú fuiste libre para dejar que matara a abel cuando estaba en tus manos evitarlo. Hubiera bastado que durante un momento abandonaras la soberbia de la infalibilidad que compartes con todos los demás dioses, hubiese bastado que por un momento fueses de verdad misericordioso.
* No, respondió ella (lilith), veo en ti un hombre al que el señor ofendió.
* El señor no es persona de la que uno pueda fiarse.
* Lo lógico, lo natural, lo simplemente humano hubiera sido que abraham mandara al señor a la mierda. (Pero el poder del miedo, el gran “truco” descubierto por la iglesia, es lo que nos hace hacer las atrocidades que nos obligan a cometer –como sacrificar a nuestro propio hijo.)
* Y si ese señor tuviera un hijo, también lo mandaría matar, preguntó isaac.
* Entonces el señor es capaz de todo, de lo bueno, de lo malo y de lo peor, Así es, Si tú hubieras desobedecido la orden, qué habría sucedido, Lo que el señor suele hacer es mandar la ruina o una enfermedad a quien le falla, Entonces el señor es rencoroso [afirmó isaac].
* Quieres decir que el señor enloquece a las personas, preguntó isaac, Sí, muchas veces, casi siempre.
* Padre, la cuestión, aunque a mí me importe mucho, no es tanto que yo haya muerto o no, la cuestión es que estamos gobernados por un señor como éste, tan cruel como baal, que devoró a sus hijos.
* Está claro que el señor no soporta ver a una persona feliz.
* En el caso de Sodoma, vas a destruir a los inocentes y a los niños junto a los culpables, preguntó abraham al señor.
* Aquí, en la falda del monte Sinaí, quedó  patente la prueba irrefutable de la profunda maldad del señor, tres mil hombres muertos sólo porque le irritaba la invención de un supuesto rival en la figura de becerro, Yo no hice nada más que matar a un hermano y el señor me castigó, quiero ver quién va a castigar ahora al señor por estas muertes; Lucifer sabía bien lo que hacía al rebelarse.
* Os ordeno, por tanto, que volváis atrás y matéis a todos los niños y a todas las niñas, y a las mujeres casadas, en cuanto a las otras, las solteras, guardadlas para vuestro uso, les dijo moisés a los israelitas.
* Josué dijo, Ya que fuiste nuestra desgracia, pues por tu culpa murieron treinta y seis israelitas, que caiga sobre ti la desgracia que el señor te envía. Entonces todas las personas lo apedrearon y a continuación le prendieron fuego, a él y a todo lo que él tenía.
* Estáis avisados, quien la hace la paga, yo soy el señor.
* Josué, no me pidas parar el sol, porque no puedo hacer parar el sol porque parado ya está, siempre lo ha estado, desde que lo dejé en aquel lugar [dijo el señor] […], Algo se mueve realmente, pero no es el sol, es la tierra. […] Entonces, manda parar la tierra para que yo pueda liquidar a los amorreos con suficiente luz, Si yo hiciese para la tierra, […] se acabaría el mundo, […] todo sería lanzado por el aire como una piedra cuando la sueltas de la honda.
* El señor arrasó a miles por dormir con otros hombres, luego a muchos más por adorar a un becerro de oro, pero cuando mataron a treinta y seis soldados israelitas se enfadó tanto que devastó hasta el último niño de una ciudad llamada madián.
* El señor está loco, porque sólo un loco sin conciencia de sus actos admitiría ser el culpable directo de la muerte de cientos de miles de personas y se comportaría luego como si nada hubiese pasado, salvo que, y pudiera ser, no se tratara de locura, la involuntaria, la auténtica, sino de pura y simple maldad.
* No puede ser benigno un dios que le da a un padre la orden de que mate y queme en una hoguera a su propio hijo.
* Qué extraña idea de lo justo parece tener el señor…
* En Sodoma los hombres preferían a los hombres en vez de las mujeres, Y murieron todos sus habitantes por ello, incluso los niños, incluso las mujeres que esos hombres despreciaban. […] Como siempre, a las mujeres, si por un lado les llueve, por otro les viene el viento, dijo lilith.
* Estoy cansado de esa cháchara de que los designios del señor son inescrutables, […] dios debería ser límpido y transparente como cristal en lugar de ese continuo pavor.
* La vida me la dieron mi padre y mi madre, no me consta que dios estuviese presente en el acto.
* Un solo niño de los que murieron en Sodoma bastaría para condenarlo sin remisión.
* Con esas dimensiones y la carga que va a llevar dentro, el arca no podrá flotar, cuando el valle comience a inundarse, no habrá impulso de agua capaz de levantarla del suelo. Mis cálculos no me dicen eso, enmendó el señor, Tus cálculos están equivocados, un barco debe ser construido junto al agua, no en un valle rodeado de montañas; […] es el propio mar, o el río, si ése fuera el caso, quienes se encargan de levantarlo, tal vez no sepas que los barcos flotan porque todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del fluido desalojado, es el principio de Arquímedes, dijo Caín.
* La felicidad en la tierra es en todo superior a la que se puede tener en el cielo, desde el punto de vista de los ángeles obreros.
* Caín dirime su rabia contra el señor, no contra nadie más.