jueves, 12 de diciembre de 2019

Los retos de la educación en la modernidad líquida (Zygmunt Bauman, 2005)





- Lo irónico, subraya Baunman, es que esta sucesión inagotable de renaceres (en un abanico consumista que va desde las liposucciones hasta lo último en complementos de moda) se hace en nombre de la búsqueda de lo auténtico, de ser uno mismo a cada momento.
- La cultura del presente urge reinventarse de modo continuo.
- Esa concepción de "mejoramiento" tiende a expandirse en espiral y a situar en la categoría de tareas evitables actividades que antes se realizaban de buena gana, en general sin quejas y a menudo con placer han llegado a considerarse como una pérdida desechable, aborrecible y detestable de tiempo y energía.
- Se ha llegado a identificar el progreso con los atajos, con la oportunidad de comprar lo que antes había que hacer.
- Esperar se ha convertido en una circunstancia intolerable.
- Toda demora, dilación o espera se ha transformado en un estigma de inferioridad.
- El emblema del privilegio, tal vez uno de los más poderosos factores de estratificación, es el acceso a los atajos, a los medios que permiten alcanzar la gratificación instantánea. (Lo quiero todo, lo quiero ya.)
- La posición de cada uno en la escala jerárquica se mide por la capacidad -o la ineptitud- para reducir o hacer desaparecer por completo el espacio de tiempo que separa el deseo de su satisfacción.
- El ascenso en la jerarquía social se mide por la creciente habilidad para obtener lo que uno quiere (sea lo que fuere) ahora, sin demora.
- El mercado está siempre dispuesto a suministrar premios de consolación diseñados según los modismos de cada época para perpetuar ese sentimiento de privilegio; estupideces inútiles como bolsitas de té helado o sobres de atún en polvo.
- En el mundo de la modernidad líquida, la solidez de las cosas, como ocurre con la solidez de los vínculos humanos, se interpreta como una amenaza.
- Anuncio de teléfonos móviles: "usted ya no puede presentarse en público con ese móvil que tiene ahora, vea los nuevos modelos".
- La ciudad invisible de Leonia de Italo Calvino, donde "la opulencia puede medirse, no tanto por las cosas que se fabrican, se venden y se compran cada día; sino, antes bien, por las cosas que se tiran diariamente para dejar lugar a las nuevas".
- La alegría de deshacerse de las cosas, de descartarlas, de arrojarlas al cubo de la basura, es la verdadera pasión de nuestro tiempo.
- La capacidad de durar mucho tiempo y servir indefinidamente a su propietario ya no juega a favor de un producto.
- El consumismo de hoy no se define por la acumulación de cosas, sino por el breve goce de esas cosas. Lo mismo pasa con el conocimiento.
- Hoy el conocimiento es mercancía.
- El valor comercial es lo que diferencia al producto, antes que la calidad del producto en su conjunto. Con lo cual, lo que diferencia al producto es algo de corta vida, pues el impacto de la novedad se desgasta rápidamente.
- Concentrar el valor de lo diferencial es una manera de devaluar, oblicuamente, el resto del conjunto, el resto que no ha sido afectado por el cambio, el resto que "sigue siendo igual". Esto afecta también a la educación.
- En este mundo líquido, el aprendizaje está condenado a ser una búsqueda interminable de objetos siempre esquivos que, para colmo, tienen la desagradable y enloquecedora costumbre de evaporarse o perder su brillo cuando se alcanzan.
- Uno es tan bueno como sus éxitos, pero en realidad sólo es tan bueno como su último éxito.
- La posibilidad de almacenar toda la información en contenedores que se mantienen a prudente distancia del cerebro (donde la información acumulada podría tomar subrepticiamente el control de la conducta) fue un "gran logro" de la modernidad líquida.
- El capitalismo sueña no solo con ampliar el territorio en el que todo objeto es mercancía (agua, genoma, seres vivos, etcétera), sino que procura expandirlo en profundidad a fin de abarcar asuntos privados como subjetividad, sexualidad  e incluirlos en la categoría de mercancía.
- Quien quiera tener éxito en la sociedad líquida debe mostrarse jovial, dueño de aptitudes comunicativas, abierto, curioso, ofreciendo a la venta su propia persona como valor único e irreemplazable que mejorará la calidad del equipo.
- En la sociedad líquida, el conocimiento asimilado pierde su significado tan pronto como es adquirido.
- Como otras mercancías, el conocimiento es un producto concebido para ser consumido instantáneamente, en el acto y por única vez.