El mero acto de escribir ya es bueno para cualquiera.
Hay escritores de descubrimiento (premisa interesante y dejarse llevar por personajes y acontecimientos (George R Martin, Stephen King)) y escritores de esquema.
Cuanto más escribo más puedo hacer por instinto las cosas sencillas.
Lo mejor que se puede hacer para mejorar en la escritura es escribir con regularidad.
Hacer dos sesiones, una entre la una y las cinco de la tarde y luego otra entre las diez de la noche y las dos de la mañana, me va muy bien para escribir.
En los talleres es mejor no corregir, porque al intentar corregir, estás transformando la escritura de otro en tú escritura.
En cuanto a las tramas, siempre funciona ver a una persona muy habilidosa hacerlo muy bien.
La expansión de la trama es un giro argumental
—la promesa del principio no llegaba hasta ahí— que siempre funciona muy bien. “La guerra de las galaxias” o “mientras dormías” lo hacen.No es una virtud incumplir las promesas que se le hacen al lector.
Al explicar algo, se modifican la emoción y la comprensión que despierta.
Gandalf está en los libros para que los Hobbits parezcan pequeños, tanto metafórica como literalmente.
La mejor inversión de tiempo consiste en aprende a crear personajes interesantes y cautivadores; la segunda prioridad es aprende a construir una trapa que atrape al lector, y la tercera es mejorar vuestra capacidad de crear una buena ambientación.
Evita los “muy” y utiliza sinónimos que lo expliquen mejor: muy enfadado es peor que iracundo.
Aprended a hacer la narración más concreta; a transmitir vuestro mundo a través de los ojos de los personajes.
Para enganchar al lector a vuestra historia le tienen que importar vuestros personajes.
Los personajes se pueden describir según tres escalas: simpatía, resolución y capacidad.
Las áreas de capacidad hay que equilibrarlas con otras de incompetencia para narrar una historia más variada (y además, te permitirá desarrollar el personaje hasta lograr salvar esas incompetencias.)
Independientemente de su extensión, cualquier tipo de historia se compone de cuatro tipos de escritura: diálogo, descripción, acción y escenas introspectivas.
Si vuestros capítulos de inicio apenas contienen volcados de información y están repletos de diálogos que saltan de la página, que trasmiten y evocan la ambientación por contexto mediante indicaciones sutiles, ya estaréis haciéndolo mejor que el noventa y nueve por cierto de quieres envían su novela a las editoriales.
La revisión es un proceso imprescindible para tomar algo bueno y convertirlo en excelente.
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Vosotros sois la obra de arte, el libro no lo es. El libro es una expresión de vosotros mismos, de la persona que erais en el momento de escribirlo.
Lo que escribís en un medio a través del cual estáis mejorando como narradores. Con cada palabra os acercáis un paso más al escritor que queréis ser. El mero hecho de haber escrito os hace crecer.
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