sábado, 19 de febrero de 2011

La joven de las naranjas. (Jostein Gaarder, 2003)




Maravilloso libro que nos habla de lo más fundamental que hay en la vida, dejando de un lado las estupideces que a veces nos confunden, que a veces nos distraen, que a veces nos hacen olvidar cuál es el verdadero sentido de lo que estamos haciendo. Porque a veces nos olvidamos cuán grande es lo que tenemos la suerte de estar experimentando, cuán bonito es el poder estar pensando esto, escribiendo esto, leyendo y entendiendo lo que Gaarder nos estuvo contando… Fundamental; imprescindible su lectura para refrescar aquello que una vez pensamos cuando éramos niños, y que se nos ha ido yendo de la cabeza, haciéndonos perder la felicidad de estar viviendo. Genial. Unas frases:

* No solo tenemos un lugar en la vida. También tenemos un tiempo medido.
* Las chicas empezaron a llamarme “el pequeño Einstein”(….) Creo que también experimentaban con otras cosas.
* En aquella ocasión fue como si me hubiera elegido a mí de entre toda esa multitud.
* Perteneces a esa parte de la población que ha comprendido que estamos viviendo en la vía láctea.
* No me enteré de nada; de lo único que me acuerdo es de que no estaba la joven de las naranjas.
* Y tal vez me estuviera sentando en los mismos bancos en los que ella se había sentado.
Ella era quien ponía las reglas.
Para mí este ha sido siempre un mundo mágico.
* Si hubiera elegido no meter la cabeza en este gran cuento nunca hubiese sabido lo que me iba a perder.
* Eras lo que solía llamarse un soñador…
* Cuando uno tiene la cabeza repleta de poderosos pensamientos, puede  decir algo o, simplemente, quedarse eternamente callado.



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