Maravilloso libro que nos habla de lo más fundamental que hay en la vida, dejando de un lado las estupideces que a veces nos confunden, que a veces nos distraen, que a veces nos hacen olvidar cuál es el verdadero sentido de lo que estamos haciendo. Porque a veces nos olvidamos cuán grande es lo que tenemos la suerte de estar experimentando, cuán bonito es el poder estar pensando esto, escribiendo esto, leyendo y entendiendo lo que Gaarder nos estuvo contando… Fundamental; imprescindible su lectura para refrescar aquello que una vez pensamos cuando éramos niños, y que se nos ha ido yendo de la cabeza, haciéndonos perder la felicidad de estar viviendo. Genial. Unas frases:
* No solo tenemos un lugar en la vida. También tenemos un tiempo medido.
* Las chicas empezaron a llamarme “el pequeño Einstein”(….) Creo que también experimentaban con otras cosas.
* En aquella ocasión fue como si me hubiera elegido a mí de entre toda esa multitud.
* Perteneces a esa parte de la población que ha comprendido que estamos viviendo en la vía láctea.
* No me enteré de nada; de lo único que me acuerdo es de que no estaba la joven de las naranjas.
* Y tal vez me estuviera sentando en los mismos bancos en los que ella se había sentado.
* Ella era quien ponía las reglas.
* Para mí este ha sido siempre un mundo mágico.
* Si hubiera elegido no meter la cabeza en este gran cuento nunca hubiese sabido lo que me iba a perder.
* Eras lo que solía llamarse un soñador…
* Cuando uno tiene la cabeza repleta de poderosos pensamientos, puede decir algo o, simplemente, quedarse eternamente callado.
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