Fenomenal recolección de relatos de este grandísimo autor, que nos inmiscuye a todos con elegante persuasión y sabrosas metáforas en ese negro mundo que es el mundo Kafkiano. Nos enseña a abrir los ojos y echar un vistazo profundo a la realidad tan bonita que nos rodea, sembrando en nosotros la desconfianza y el temor ante la verdad. Es el mundo relatado por Kafka un mundo real y cercano que estamos continuamente rozando y casi acariciando, pero del que no nos damos cuenta, consciente o inconscientemente, para hacernos la vida un poco más fácil. Pero la realidad está ahí, y las preocupaciones subjetivas del autor para con su (nuestro) mundo son frías, quejumbrosas y solitarias, pero no por ello carentes de un sentimentalismo precioso. Muy buen libro. Unas frases:
* Kleist, Dickens, Flaubert o Chéjov.
* Gregor nada podrá hacer por aliviar la nueva, penosa situación de sus allegados, más que desaparecer lentamente de esa escena familiar que despliega una hostilidad creciente y cada vez más angustiosa contra su persona.
* La metamorfosis parece, en efecto, la fabulación de las condiciones de extrema soledad que Kafka necesitaba para escribir, como la plasmación literaria de la situación de aislamiento que se cernía sobre el escritor.
* En la metamorfosis asistiríamos a un continuo proceso de aislamiento del protagonista, Gregor Samsa, respecto a su medio laboral y familiar; un aislamiento que va desde la autoconciencia de la rareza (puesto aquí de manera muy manifiesta exteriormente), de ser un bicho raro desde el punto de vista psicológico, vocacional e interior, hasta la muerte como culminación de la soledad que se está sufriendo.
* Cuando mi organismo se dio cuenta de que el escribir era el enfoque más provechoso de mi ser....
* Para poder escribir tengo necesidades de aislamiento, pero no como un ermitaño, sino como un muerto.
* Quizás convivimos en el mismo laberinto de caminos misteriosos en los que el peregrinó austeramente toda su vida sin llegar nunca a encontrar una salida.
* Porque no pude encontrar la comida que me gustara. Si la hubiera encontrado, puedes creerlo, me habría hartado como tú y como otros.
1925, en ese año y en el mismo corazón de Europa, aparecen dos obras que anuncian su futuro inmediato. Si la inquietante Metamorfosis de Kafka denuncia los problemas del hombre contemporáneo, a saber, soledad, incomunicación, impotencia ante la burocracia y ante leyes rígidas e inexorables, el Meinf Kampf de Hitler se presenta como un programa a seguir para conducir al Viejo Continente hacia el mayor de los desastres. Que coincidencia.
ResponderEliminarQuizás convivimos en el mismo laberinto de caminos misteriosos en los que el peregrinó austeramente toda su vida sin llegar nunca a encontrar una salida.
ResponderEliminar* Porque no pude encontrar la comida que me gustara. Si la hubiera encontrado, puedes creerlo, me habría hartado como tú y como otros.
* Una cruza (el relato entero).
Pienso lo mismo que tú. Gracias por comentar
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