viernes, 14 de enero de 2011

Un viejo que leía novelas de amor. (Luís Sepúlveda. 1993)




Bonita y sensible historia de Sepúlveda en la que se nos muestra la diferencia entre los seres humanos que aman, y al amar viven de verdad la vida, en cada una de sus acciones, más allá del bien y del mal, y el resto del mundo, aquel que está por estar y que no llega a sentir ni lo más superficial de la situación. Me gusta el trato sencillo y a la vez emocionante que hace el autor de la palabra, de la expresión escrita, transmitiéndonos la miel de las cosas, la esencia de los momentos que se hacen con amor. Bonito, natural, conmovedor. Unas frases:


*Leía lentamente, juntando las sílabas, murmurándolas a media voz como si las paladeara
* En el sueño alucinado se sintió como un pelo más de aquel infinito ser verde
*  Era amor puro, sin posesión ni celos; nadie consigue atar a un trueno, nadie consigue apropiarse de los cielos del otro en el momento del abandono
* Los colonos se empeñaban en construir la obra maestra del hombre civilizado: el desierto
* Sabía leer; era poseedor del antídoto contra el ponzoñoso veneno de la vejez
* Por primera vez se sintió acosado por el animal de la soledad; bicho astuto
* El cazador ha de ir siempre un poco hambriento, pues el hambre agudiza los sentidos
*No, se trata del otro amor, del que duele
*Un mandato desconocido le indicaba que matarla era un imprescindible acto de piedad
*Once o doce metros de odio
*El tigrillo capta el olor a muerto que muchos hombres emanan sin saberlo
*Era un animal hermoso, una obra maestra de gallardía que  ni el pensamiento era capaz de reproducir






1 comentario:

  1. GRACIAS POR ILUSTRARNOS CON TAN BELLAS FRASES, Y DARNOS A CONOCER LOS EXELENTES AUTORES, YA QUE ESTOY SEGURO QUE EL QUE LEE ESTAS FRACES SE VOLVERÁ ASIDUO LECTOR, DE ESTOS MAGNÍFICOS E INOLVIDABLES ESCRITORES, SOLO NOS QUEDA LA TAREA DE ENTENDERLOS.

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