domingo, 6 de abril de 2025

Sin pantallas siento y pienso mejor (Francisco Villar, 2024)


 


  • Las pantallas afectan a cómo aprendes y piensas, cómo te comportas, cómo te sientes y cómo conectas con los demás.

  • Los olores y sabores, el tacto, sensaciones que no pueden transmitirse a través de las pantallas, son importantísimos en el desarrollo temprano y en la formación de vínculos emocionales.

  • ¿Por qué no se prohíben las pantallas? La respuesta es simple: porque la industria tecnológica genera muchísimo dinero, y los gobiernos aún no se han atrevido a pararles los pies.

  • Los gobiernos son los máximos responsables de nuestro bienestar. Si ellos no lo garantizan, difícilmente se arreglarán las cosas.

  • La industria del automóvil o la del tabaco, si pudiera, empezaría a vender sus productos a niños de doce años, pero el gobierno prohíbe la conducción y el consumo de tóxicos a esa edad porque sabe que grosos para los niños y para la sociedad.

  • Nunca toques una pantalla antes de ir al colegio; nunca hagas nada con la atención dividida; nunca metas las pantallas en tu habitación.

  • El enemigo del aprendizaje es la distracción.

  • Todos somos diferentes y eso está bien. No hagas caso a lo que digan las modas: su único propósito es hacernos sentir insatisfechos para que compremos productos nuevos constantemente.

  • La multitarea no te ayuda a concentrarte, ni a a ser más rápido, y está probado que vas a cometer más errores.

  • La fugacidad con la que pasan las cosas a través de una pantalla acostumbra al cerebro a una velocidad de procesamiento que no es natural, ni es capaz de hacerla con eficiencia, por lo que se pierde rendimiento, principalmente en comprensión y retención. Además genera problemas de lidiar con la paciencia y el aburrimiento.

  • El aburrimiento es necesario para tu cerebro, es un gran generador de ideas que se desperdician cuando estás constantemente ocupado.

  • El jugar en libertad tiene una gran influencia en el aprendizaje y la regulación emocional de los niños.

  • Evadirse continuamente de los problemas usando las pantallas no resuelve los problemas, y nos impide el aprendizaje necesario para saber enfrentarlos.

  • Las redes sociales, como el tabaco, están pensadas para ser adictivas, incitar al consumo y mantener este por un tiempo infinito.

  • Pasa más tiempo contigo mismo, escribe un diario, lee libros, habla mucho con tus padres, educadores y amigos.

  • Mirar las pantallas no ayuda a los niños a aprender a hablar, ni en la lengua propia ni en una segunda lengua.

  • La prohibición es una herramienta educativa indispensable porque, en la infancia, los recursos personales que permiten asumir responsabilidades todavía no han madurado.


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