El análisis psicológico establece siempre que el primero de estos factores es la necesidad que experimenta el hombre de adaptarse al medio ambiente que le rodea.
La motivación de crear se haya siempre en proporción inversa a la sencillez del medio ambiente.
Todo creador, por genial que sea, es siempre producto de su época y de su ambiente.
Ningún descubrimiento ni invención científica aparece antes de que se creen las condiciones materiales y psicológicas necesarias para su surgimiento.
La imaginación creadora no desaparece totalmente en nadie, pero se manifiesta solo de cuando en cuando.
La propia ciencia, por lo menos la ciencia natural, no es posible sin imaginación.
La verdadera educación consiste en despertar en el niño aquello que tiene ya en sí, ayudarle a fomentarlo y orientar su desarrollo en una dirección determinada.
El niño necesita jugar para el justo despliegue de sus potencialidades.
La formación de una personalidad creadora proyectada hacia el mañana se prepara por la imaginación creadora encarnada en el presente.
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