domingo, 3 de diciembre de 2017

El arte de la ficción (John Gardner, 1983)


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Este es un libro ideado para enseñar al escritor principiante y serio el arte de la ficción:

  • ·         El arte depende en gran medida del sentimiento, la intuición, el gusto. Es el sentimiento y no la regla lo que le indica al pintor abstracto dónde debe colocar la mancha amarilla.
  • ·         La primera y última regla para el escritor creativo, es que no existe ninguna regla para la ficción de verdad.
  • ·         El éxito de los imbéciles en el mundo universitario es uno de los grandes misterios de la humanidad.
  • ·         El asunto primordial de la ficción ha sido, es y será siempre la emoción humana, las creencias y los valores de los seres humanos.
  • ·         Al escritor le corresponde crear seres humanos convincentes y crear para ellos situaciones y acciones básicas, por medio de las cuales consigan conocerse y revelarse ante el lector.
  • ·         Para aprender a escribir bien, uno debe empezar por comprender claramente que para el artista la ley estética es el enemigo.
  • ·         La clase de escritura depende sobremanera la precisión de los detalles.
  • ·         El realista ha de dar autenticidad a lo que relata de manera constante, ha de bombardear al lector con las pruebas de la autenticidad. El escritor de fantasía puede simplificar y persuadirnos en parte mediante la belleza o el interés de su lenguaje.
  • ·         La viveza del detalle es como la sangre que riega la ficción y le da vida. Mediante el detalle, el escritor logra esa vividez
  • ·         Procura crear una especie de sueño en en la mente del lector, y huye de la peste de todo aquello que pueda suponer una breve distracción que lo aleje de ese sueño.
  • ·         Los verdaderos artistas son personas obsesivas, obcecadas y determinadas.
  • ·         Por medio de la escritura y de una revisión casi inagotable, el escritor accede al orden que finalmente llega a ver el lector.
  • ·         Toda ficción amenaza directa o indirectamente a una y la misma emoción: nuestro amor por las personas y por el mundo, nuestras aspiraciones y nuestros temores. Los personajes, acciones y escenarios en concreto son meros ejemplos, variaciones sobre un único tema universal.
  • ·         Es preciso que nos veamos arrastrados hacia el mundo de los personajes, y que nos atraiga tanto como si hubiésemos nacido en ese medio.
  • ·         El estilo va desde el ensayista, donde se explica todo de la manera más científica posible,  hasta la poesía, en el que nada se explica porque todo se evoca.
  • ·         La ficción no ha de ser toda catártica, pero esas son las que más nos satisfacen.
  • ·         Nos importa aquello que conocemos y que podemos perder, nos desagrada aquello que supone una amenaza para lo que nos importa, y nos resulta indiferente aquello que no tiene una incidencia real sobre nuestra seguridad o sobre la seguridad de lo que amamos.
  • ·         No hay ninguna ficción que pueda revestir especial interés si el personaje central no es un agente que se esfuerza por sacar adelante sus propios objetivos, si es una mera víctima de la voluntad de los demás.
  • ·         Una escena jamás será vívida si el escritor aporta pocos detalles para agitar y guiar la imaginación del lector.
  • ·         La tentación de explicar es algo a lo que siempre deberíamos resistirnos (a excepción de las novelas filosóficas)
  • ·         El auténtico escritor artista entra a fondo en los sentimientos de los personajes imaginarios.
  • ·         Utilizar un personaje ficticio en vez de uno cercano y real (él mismo o su propia madre), sirve para que el escritor, conscientemente o no, expresa más sentimientos sobre las frustraciones infantiles, o sobre le amor maternal., de los que surgirían en un relato fiel a la verdad vivida sobre su propia madre.
  • ·         Cuando uno escribe sobre alguien muy cercano, todos los sensores psicológicos que uno pueda tener, están activos, por lo que no se consigue veracidad ni fidelidad.
  • ·         Descubrir y afirmar una verdad moral acerca de la existencia del ser humano es lo más alta de las verdades a las que puede apuntar el arte,
  • ·         El arte no imita a la realidad, crea una realidad nueva.
  • ·         Cuando la escritura funciona, el lector percibe que el clímax se avecina y tiene un fuerte impulso de saltarse lo que media e ir directamente a ese momento, a pesar de lo cual no consigue dejar el párrafo en el que está inmerso.
  • ·         Una estructura intelectual es más fácil de crear que una estructura rebosante de energía.
  • ·         Los personajes en conflicto deben tener alguna relación simbólica. (vendedor ambulante contra tráiler que representa libertad, dinero, éxito, liberalismo económico)
  • ·         Un esbozo nos muestra como suceden las cosas, tal vez entrañe ciertos valores, pero no escudriña el sentido mismo de las cosas, carece de un verdadero tema. Hay que ir más allá de una convincente y esclarecedora secuencia de acontecimientos y descender al fondo de las cosas.
  • ·         La novela imita al mundo en toda su complejidad. La novela corta trata de un solo personaje  y de una acción importante en su vida.
  • ·         Una novela ha de ser como una sinfonía, los movimientos finales son un eco en el que resuena todo lo que ha ocurrido antes. Cerca del final de la novela el escritor debe recuperar los sucesos, los motivos intelectuales que nos hemos encontrado antes. Conexiones, causas, etc… la vida se organiza
  • ·         La curva de Fitche
  • ·         Los sistemas de asociaciones mentales complejos son los que otorgan a una obra literaria gran parte del poder que tiene. Recordamos una cuando aparece la otra
  • ·         El final de la novela tiene que ser el cumplimiento de la narración. El lector lo entiende todo, y todo es simbólico. La escritura de un desenlace no es algo que se pueda enseñar, tiene que surgir.
  • ·         No subestimes la dificultad implícita en el intento de convertirte en artista.

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