- Lo irónico, subraya Baunman, es que esta
sucesión inagotable de renaceres (en un abanico consumista que va desde las
liposucciones hasta lo último en complementos de moda) se hace en nombre de la
búsqueda de lo auténtico, de ser uno mismo a cada momento.
- La cultura del presente urge reinventarse de
modo continuo.
- Esa concepción de "mejoramiento"
tiende a expandirse en espiral y a situar en la categoría de tareas evitables
actividades que antes se realizaban de buena gana, en general sin quejas y a
menudo con placer han llegado a considerarse como una pérdida desechable,
aborrecible y detestable de tiempo y energía.
- Se ha llegado a identificar el progreso con
los atajos, con la oportunidad de comprar lo que antes había que hacer.
- Esperar se ha convertido en una circunstancia
intolerable.
- Toda demora, dilación o espera se ha
transformado en un estigma de inferioridad.
- El emblema del privilegio, tal vez uno de los
más poderosos factores de estratificación, es el acceso a los atajos, a los
medios que permiten alcanzar la gratificación instantánea. (Lo quiero todo, lo
quiero ya.)
- La posición de cada uno en la escala jerárquica
se mide por la capacidad -o la ineptitud- para reducir o hacer desaparecer por
completo el espacio de tiempo que separa el deseo de su satisfacción.
- El ascenso en la jerarquía social se mide por la
creciente habilidad para obtener lo que uno quiere (sea lo que fuere) ahora,
sin demora.
- El mercado está siempre dispuesto a suministrar
premios de consolación diseñados según los modismos de cada época para
perpetuar ese sentimiento de privilegio; estupideces inútiles como bolsitas de
té helado o sobres de atún en polvo.
- En el mundo de la modernidad líquida, la solidez
de las cosas, como ocurre con la solidez de los vínculos humanos, se interpreta
como una amenaza.
- Anuncio de teléfonos móviles: "usted ya no
puede presentarse en público con ese móvil que tiene ahora, vea los nuevos
modelos".
- La ciudad invisible de Leonia de Italo Calvino,
donde "la opulencia puede medirse, no tanto por las cosas que se fabrican,
se venden y se compran cada día; sino, antes bien, por las cosas que se tiran
diariamente para dejar lugar a las nuevas".
- La alegría de deshacerse de las cosas, de
descartarlas, de arrojarlas al cubo de la basura, es la verdadera pasión de
nuestro tiempo.
- La capacidad de durar mucho tiempo y servir
indefinidamente a su propietario ya no juega a favor de un producto.
- El consumismo de hoy no se define por la
acumulación de cosas, sino por el breve goce de esas cosas. Lo mismo pasa con
el conocimiento.
- Hoy el conocimiento es mercancía.
- El valor comercial es lo que diferencia al
producto, antes que la calidad del producto en su conjunto. Con lo cual, lo que
diferencia al producto es algo de corta vida, pues el impacto de la novedad se
desgasta rápidamente.
- Concentrar el valor de lo diferencial es una
manera de devaluar, oblicuamente, el resto del conjunto, el resto que no ha
sido afectado por el cambio, el resto que "sigue siendo igual". Esto
afecta también a la educación.
- En este mundo líquido, el aprendizaje está
condenado a ser una búsqueda interminable de objetos siempre esquivos que, para
colmo, tienen la desagradable y enloquecedora costumbre de evaporarse o perder
su brillo cuando se alcanzan.
- Uno es tan bueno como sus éxitos, pero en
realidad sólo es tan bueno como su último éxito.
- La
posibilidad de almacenar toda la información en contenedores que se mantienen a
prudente distancia del cerebro (donde la información acumulada podría tomar
subrepticiamente el control de la conducta) fue un "gran logro" de la
modernidad líquida.
- El capitalismo sueña no solo con ampliar el
territorio en el que todo objeto es mercancía (agua, genoma, seres vivos, etcétera),
sino que procura expandirlo en profundidad a fin de abarcar asuntos privados
como subjetividad, sexualidad e
incluirlos en la categoría de mercancía.
- Quien quiera tener éxito en la sociedad líquida
debe mostrarse jovial, dueño de aptitudes comunicativas, abierto, curioso,
ofreciendo a la venta su propia persona como valor único e irreemplazable que
mejorará la calidad del equipo.
- En la sociedad líquida, el conocimiento
asimilado pierde su significado tan pronto como es adquirido.
- Como otras mercancías, el conocimiento es un
producto concebido para ser consumido instantáneamente, en el acto y por única
vez.
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