Libro de lectura sencilla pero imprescindible. A modo de fábula, Robin Sharma, nos educa en el arte de la felicidad y la satisfacción vital. La vida, por definición, es un equilibrio inestable, y el autor, bebiendo sin pudor de la filosofía budista, nos expone como tenemos que hacer uso de esta sabiduría para conseguir mantener ese equilibrio y que no se desmorone el castillo de naipes a pesar de los tornados y terremotos que lo azoten. Siguiendo sus sencillos dictados, casi sin darnos cuenta, llegaremos a alcanzar nuestros objetivos, soliviantar nuestros problemas, y conseguir la realización personal que nos aportará la tan ansiada felicidad y salud psicológica necesarias para disfrutar este corto pero hermoso trayecto que es la vida humana. Todo está al alcance de nuestra mano, pero hay que querer conseguirlo; como dijo el Nobel francés André Gidé "Todas las cosas ya fueron dichas, pero como nadie le hace caso, es preciso volver a repetirlas". Mis frases preferidas de este fabuloso libro, tan necesario en este momento histórico de apología del materialismo que nos está llevando a la ruina personal, económica y biológica:
* Todo
suceso tiene un porqué y toda adversidad nos enseña una lección.
* El 99%
de los pensamientos que tienes en un día son exactamente iguales a los que
tienes el día anterior.
* Empieza a vivir de tu imaginación, no de
tus recuerdos.
* El secreto de la felicidad es simple,
averigua que es lo que te gusta hacer y dirige todas tus energías en esa
dirección.
* El
éxito, como la felicidad, no debe perseguirse, sino seguirse.
* No hay
que dejar que el reloj y el calendario nos impidan ver que cada momento de la
vida es un milagro.
* Cada
segundo que inviertes pensando en los sueños de otro, te estás apartando de los
tuyos.
* Un objetivo no es tal si no
lo anotas por escrito.
* Ningún hombre es libre si no es dueño de sí
mismo. Epiceto
* Fíjate en los niños pequeños. No tienen
límite. Su mente es un enorme panorama de posibilidades.
* No
reímos porque seamos felices. Somos felices porque reímos. William James.
* Dejé de
usar ropa cara, abandoné mi adicción a leer seis periódicos al día, olvidé la
necesidad de estar siempre disponible para todo el mundo, me volví vegetariano
y comí menos. Reduje mis necesidades.
* Nunca
buscan ser superiores a ningún otro, sino ser superiores a su propio yo.
* Soy más de lo que aparento, toda la fuerza
y el poder del mundo están en mi interior.
* Hay que
moverse por prioridades, ese es el secreto del dominio del tiempo.
* El mejor momento para plantar un árbol fue
hace 20 años. El segundo mejor momento es hoy. No malgastes ni un minuto de tu
vida, piensa que algún día te vas a morir y cualquier día puede ser el último.
* Vive
hoy, pues ya no habrá otro día igual que este.
* La vida no siempre te da
lo que pides, pero siempre te da lo que necesitas
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