viernes, 17 de diciembre de 2010

Historia de un idiota contada por el mismo. (Félix de Azúa . 1986 )



Magnífico y sencillo libro Félix de Azúa en el que se nos cuenta la historia vital de un personaje de ficción desde su más tierna infancia hasta la llegada de su ansiada revelación en la búsqueda de la felicidad. Entretenido, divertido, rápido, audaz, inteligente, agudo, sin vergüenza y fino; así es esta bonita obra que parece coordinada con mi pensamiento. Unas frases y un tema para escuchar mientras las lees:
·        Hay que sonreír y estar sano, aun a consta de la salud
·        Me aburría practicando una sexualidad de bolsillo.
·        En cuanto un individuo cae enfermo de enamoramiento, el mundo se disuelve como una pastilla de jabón en ácido sulfúrico.
·        Ella es buena, dócil, ella no sabe ganar dinero, es lista, frágil, cariñosa y fiel; en tanto que él es colérico, independiente, eficaz, inteligente, protector e infiel. Es un esquema vulgar, pero frecuente.
·        Esa embriaguez de pensamiento [...} es de una potencia prehistórica.
·        No hay posibilidad alguna del arte verdadero sin haber muerto.
·        He concebido un proyecto magnífico: volverme loco.
·        Pueden estar igual de desequilibrados y por lo tanto lúcidos ante el desequilibrio del mundo.
·        El deseo de felicidad mantiene presente el mito del artista.
·     En el presente lo único que me daba unidad era el recuerdo del camino recorrido, pero no el sujeto que lo había recorrido.
·      Cómo podía soportar el niño que alguien descorriera una cortinilla, le mostrara ese magnífico mundo invisible, y luego volviera a cerrarla?.
·        Aquella tarde descubrí el valor del suicidio.
·      Porque los muertos somos difíciles de distinguir de los vivos, y nos disimulamos entre los entresijos del mundo, buscando un pequeño rincón donde vegetar y contemplar el espectáculo que ahora sabemos, que no termina nunca, que es eterno; para todos, menos para nosotros.

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