- Si nuestra posición en la escala social nos causa tanta preocupación es porque la idea que tenemos de nosotros mismos depende enormemente de cómo nos ven los demás.
- La atención de los demás nos importa principalmente porque sufrimos una incertidumbre congénita respecto a nuestra propia valía. En consecuencia lo que los demás piensan de nosotros llega a tener un papel determinante en nuestra forma de vernos a nosotros mismos.
- Nuestro ego se puede representar como un globo con grietas, siempre necesitado de amor externo para mantenerse inflado y siempre vulnerable a los más nimios “pinchazos”.
- Esnobismo viene de la costumbre de muchos colegios universitarios de Oxford y Cambridge de es cribir en las listas de examen sine nobiliate (sin nobleza) o s.nob junto al nombre de los estudiantes comunes para distinguirlos de sus compañeros aristócratas. Actualmente se utiliza la palabra snob con una acepción contraria: alguien que se ofende por la falta de estatus de los demás.
- Los lujos se convirtieron en convenciones y las convenciones en necesidades.
- Desde el punto de vista histórico solo nos consideramos afortunados si tenemos tanto, o más, que las personas con las que crecemos, trabajamos, consideramos amigos y nos identificamos en el ámbito público.
- Explicar por qué la gente es pobre y cuál puede ser su valor para la sociedad se ha hecho notablemente punitiva y emocionalmente difícil en la era moderna.
- El impacto de la pobreza en la autoestima se ve determinado por la forma de interpretar y de explicar la pobreza que tenga la comunidad.
- Los poderosos, desde el alba de los tiempos, habían asumido y mantenido su posición mediante el robo —Roseau.
- El mundo recompensa con más frecuencia los indicios de mérito que el mérito en sí mismo. —La Rochefoucauld
- El hecho de batirse en duelo simboliza una incapacidad radical para creer que nuestro estatus puede ser asunto nuestro.
- Hay que detener este proceso masoquista que consiste en buscar la aprobación ajena antes de preguntarnos si sus puntos de vista merecen ser escuchados.
- Quienes atribuyen mucho valor a las opiniones de los demás les honran en demasía.
- En una sociedad comercial es casi imposible mantener la idea de que alguien es virtuoso pero pobre.
- La persona materialista sentirá ansiedad y culpa cuando no pueda acumular y demostrar riqueza.
- Las miles de cosas a las que de repente tuvieron acceso los indios americanos en el capitalismo, a pesar de buscarse ardientemente, no aumentaron su felicidad, más bien al contrario.
- Resulta especialmente penoso que pasemos buena parte de nuestra vida envidiando cosas equivocadas.
- Las clases sociales dominantes son las responsables de difundir credos ideológicos.
- Las ideas predominantes de cada época son las de la clase dominante.
- La ideología se difunde en la sociedad como un gas incoloro e inodoro.
- Hay que quitarse de la cabeza esa idea caprichosa de la que partimos cuando somos niños: que las instituciones que nos rigen son tan naturales como las condiciones meteorológicas. —Geroge Bernard Shaw
- Cuando se considera que las ideas y las instituciones son algo simplemente natural la responsabilidad del sufrimiento siempre residirá en los propios sufrientes.
- El entusiasmo por el materialismo, el carácter emprendedor y la meritocracia reflejan los intereses de quienes llevan las riendas de un sistema en el que la mayoría se ganan la vida.
- Cuanto más humillantes, banales, degradantes o feas consideremos que son las vidas corrientes, más fuerte será nuestro deseo de destacar.
- El odio al burgués es el comienzo de la sabiduría. —Gustave Flaubert
- El dinero y las ocupaciones prácticas corrompen el alma y la capacidad para experimentar sensaciones delicadas. —Stendhal
- La riqueza del hombre se mide en proporción a la cantidad de cosas de las que puede prescindir. —Thoreau
- Solo unos minutos de conversación con un conocido para quien el dinero y la notoriedad tienen valor, puede fácilmente echar por tierra nuestra paz de espíritu y poner en cuestión nuestros compromisos.
- El poeta ha nacido para sufrir el duro aprendizaje del genio entre una multitud de seres mediocres. —Baudelaire
- Lo que debo hacer es lo único que me importa, no lo que piense la gente. —Emerson